A la mayoría le gustaría tener mejor rendimiento en los estudios; pero no siempre es posible. Muchos estudiantes, sobre todo cuando alcanzan la adolescencia, suelen tener problemas académicos, que se reflejan en un descenso de sus calificaciones. ¿Por qué ocurre esto?
El rendimiento escolar varía de acuerdo a la edad del alumno y son muchos los factores que pueden incidir en quienes tienen un promedio bajo. El desarrollo físico puede ser un factor, sobre todo en la etapa de la pubertad, ya que los chicos suelen hacerse más lentos y cambia su proceso de sueño. El desarrollo emocional también puede influir.
Asimismo, el medio social puede ser un factor clave para aquellos estudiantes con problemas académicos. Las distracciones, la desorientación, la búsqueda de aceptación e incluso los problemas familiares pueden hacer que los estudiantes tengan un bajo rendimiento académico. Cualquiera que sea el caso es importante estar conscientes del problema y atacarlo a través de algunas estrategias.
● Evalúa cuál es la mejor técnica de estudio
Debes tener en cuenta que no todas las personas son iguales y lo que le funciona a tu amigo no necesariamente funcionará contigo. Es importante que evalúes cuál técnica de estudio es la más adecuada para ti. Hay quienes prefieren estudiar haciendo resúmenes o listas y a quienes les gusta estudiar en grupo. También están los que se concentran más estudiando solos. Prueba estas estrategias para que determines cuál es la que funciona mejor en tu caso.
● Busca un lugar cómodo para estudiar
El ambiente de estudio también es algo que depende de los gustos de cada persona. Es decir, hay estudiantes que prefieren estar en un espacio tranquilo y silencioso, mientras que otros prefieren estudiar con música e incluso con la televisión encendida. Lo esencial es que te sientas cómodo. Se recomienda tener todo a mano para que no tengas que levantarte con frecuencia. Además, la silla debe ser cómoda y el espacio debe estar lo suficientemente iluminado.
● Planifica el tiempo de estudio
Parte del éxito de cualquier actividad radica en la planificación. En el estudio no es diferente. Por eso es fundamental que establezcas un horario de estudio y organices tu tiempo en función de tus tareas. Este horario no tiene que ser demasiado rígido; de hecho, lo recomendable es que sea flexible para que no te agobies y obtengas mejores resultados.
● Busca alternativas
Si la asignatura en la que tienes problemas te parece muy complicada, una buena idea es que busques ayuda extra de tipo profesional. Es decir, si tienes problemas con el inglés puedes contratar clases de inglés a domicilio, y si es con matemáticas, física, química, etc., debes buscar un profesor particular que pueda ayudarte a entender esos contenidos que te cuestan un poco. Este apoyo adicional podría ser muy efectivo.
Finalmente, no debes olvidar que la motivación es un factor importante. El estudio, por ser un deber inaplazable, muchas veces puede hacerte sentir agobiado. En esos casos lo ideal es que busques formas de sentirte motivado. Una buena manera de hacerlo es buscando lugares agradables para estudiar, hacerlo en grupo o premiarte con un helado o un chocolate después de hacer tus deberes. Pequeñas cosas como estas harán que te sientas motivado y te ayudarán a mejorar tu rendimiento académico.
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